
En la palestra de desconocidos,
buscó a su lado el calor...
y simulando mojarle el oído,
le besó el cuello y le dijo.
Me gustas tanto,
quisiera aprenderme tu nombre.
Me gustas tanto que,
no sé por donde voy.
Me le acerqué suspicaz,
y le tendí un anzuelo...
vamos a fumar un porro ahí.
Me gusta verte reír,
me gusta tanto tu coqueteo.
me gusta verte reír,
me gusta tanto tu coqueteo.
Tengo una idea, no me hables de ti y
mucho menos de tu pasado...
Algo en tus labios color carmín,
sugiere que vayamos al grano.
Me gustas tanto,
quisiera aprenderme tu nombre.
Me gustas tanto que,
no sé por donde voy.
Me gusta verte reír,
me gusta tanto tu coqueteo.
me gusta verte reír,
me gusta tanto tu coqueteo
Oh! la alegría llegó,
la alegría llegó...
y sé que no dura para siempre.
No comments:
Post a Comment